Cenar tarde causa insomnio, sobrepeso y obesidad

 Cenar tarde causa insomnio, sobrepeso y obesidad, eso es una realidad, sin embargo, podríamos decir que es España el país del mundo donde más tarde se cena.

No solamente se cena tarde, también el almuerzo o comida principal se suele hacer alrededor de las tres de la tarde, cuando en el resto de Europa, esa comida se hace entre las doce y la una de la tarde.

Estas costumbres están muy relacionadas con la idiosincrasia española, el buen clima, días llenos de sol, el apego a pasar mucho tiempo fuera de casa y, por qué no decirlo, los horarios de trabajo muy extensos que suelen acabar entre las nueve y las 10 de la noche.

¿Por qué no debemos cenar tarde?

 El proceso metabólico de la alimentación hace que el ser humano procese los alimentos durante el día y almacene los nutrientes por la noche.

De ahí la importancia de comer durante el día sólo lo que vamos a gastar con nuestra actividad diaria, evitando que quede energía no consumida que se almacenará durante la noche en forma de grasa de reserva.

El desayuno es la primera ingesta del día y se puede, es más, se debe hacer una ingesta importante de nutrientes, ya que llevamos muchas horas sin ingerir alimentos; no debemos preocuparnos demasiado por esta comida, ya que tenemos todo el día para gastar la energía sobrante.

La comida del medio día nos da refuerzo para continuar con nuestra jornada de trabajo, pero tenemos ya menos horas para gastar aquello que no hemos necesitado, esto puede hacer que ya se vaya quedando un remanente para guardar por la noche.

La cena es la última comida del día y tras ella, nuestra actividad suele ser nula, poco mas que ducharnos, ver la tele e irnos a la cama; podemos entender por lo tanto que gran parte de los nutrientes ingeridos van a ser acumulados para servir de grasa de reserva.De ahí la importancia de hacer cenas ligeras, libres de grasas e hidratos de carbono y por supuesto que no se realice mas allá de las ocho o nueve de la noche.

¿Por qué no es bueno cenar tarde?

El proceso de la digestión suele durar entre dos y cuatro horas, dependiendo de muchos factores, la composición de la dieta, el metabolismo individual, la edad, y hasta el nivel de actividad física.

El proceso de la digestión necesita de llevar toda la atención al estómago para realizar una digestión correcta, si cenamos tarde, nuestro organismo está inmerso en la preparación para el sueño reparador, la melatonina sube, la leptina baja y la digestión se ve dificultada por estos movimientos hormonales.

La consecuencia es que se alarga la digestión, las calorías se queman a un ritmo más lento y el organismo retrasa su preparación para las funciones de sueño y reparación, dejando de metabolizar los nutrientes de la comida.

La consecuencia inmediata es pesadez de estómago, hambre debido a que la leptina ha subido e insomnio por la bajada de la hormona melatonina que es la hormona encargada de regular el sueño.

¿Engorda mas la cena que las otras comidas del día?

 Para nada, los nutrientes tienen el mismo aporte calórico independientemente de la hora en que los comas.

Lo que, si es cierto y está demostrado científicamente, es que las personas que cena muy tarde o copiosamente o las dos cosas a la vez sufren estas consecuencias:

• Duermen peor
• Tienen más hambre durante el día
• Padecen ardor de estómago
• Desarrollan mayor riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes o colesterol
• Son más propensos a sufrir de sobrepeso y obesidad.

Entonces… ¿Sería mejor irse a la cama sin cenar?

Pues va a ser que tampoco esa es la solución, ya que si te vas a la cama sin cenar el hambre no te dejará dormir, y es muy posible que te levantes a medianoche para asaltar tu nevera como si no hubieses un mañana.

Mi recomendación profesional es que se haga una cena ligera, a base de verdura cocinada, mejor que cruda, y una ración de proteína de bajo aporte calórico, como pollo, pescado blanco o huevo.

Esta cena debe realizarse antes de dos horas antes de irse a la cama, para que nuestro organismo tenga tiempo de realizar la digestión sin contratiempos.