Comer rápido engorda

“Comer rápido engorda”, estoy segura de que has oído esa frase muchas veces, y también estoy segura, de que no te la acabas de creer; quizás pienses que son fantasías de dietistas y nutricionistas

¿Por qué comer rápido engorda?

No tiene una respuesta simple, pero si científica, tal como estás pensando, te la voy a dar en los siguientes párrafos.

Han de pasar quince minutos desde que empiezas a comer para que el nervio vago envíe una señal al Sistema Nervioso Central (SNC) avisándole de que en el estómago ya hay un nivel de comida aceptable. A eso lo llamamos sensación de saciedad.

Sensación de saciedad

Cuando comes muy rápido, tu cuerpo no tiene suficiente tiempo para enviar señales de saciedad al cerebro. Esto significa que puedes terminar comiendo más de lo que realmente necesitas, simplemente porque no has dado tiempo a tu cuerpo para sentir que estás lleno.

Además, comer rápido modifica la digestión, ya que, al tragar los alimentos sin masticar bien, tu sistema digestivo tiene que trabajar más, ha de verter más ácido clorhídrico, con lo cual la digestión se alarga, se hace más pesada y se produce una pérdida de nutrientes.

Ventajas de comer despacio

Comer despacio te permite disfrutar más de cada bocado, apreciando sabores y texturas, y, lo más importante, darle tiempo a tu cerebro para registrar que ya estás satisfecho.

Controlar mejor las porciones y evitar comer en exceso, lo cual es fundamental para mantener un peso saludable, recuerda que la calidad de la alimentación y el estilo de vida en general influyen mucho en el peso.

Conclusión final:

Comer rápido ocasionalmente no te hará engordar automáticamente, pero si esta práctica se vuelve habitual, puede contribuir a un aumento de peso a largo plazo.

Así que, si quieres cuidar tu peso y mejorar tu relación con la comida, te recomiendo que pongas atención en comer con calma, masticar bien los alimentos y disfrutar cada momento de la comida. ¡Tu cuerpo y tu salud te lo agradecerán!