La Stevia es una planta originaria de Paraguay, descubierta, hace más de un siglo, por el naturalista Moisés Bertoni.
Esta planta, en su estado natural, es 20 veces más dulce que el azúcar, sin aportar ninguna caloría. Se le atribuyen multitud de propiedades:
- No afecta los niveles de azúcar en sangre como lo hace el azúcar, por lo que es recomendado para los diabéticos.
- Estable a temperatura de hasta 200 °C (392 °F), no pierde sus características como otros edulcorantes.
Por otra parte la stevia necesita ser procesada. - La asociación con el cáncer está descartada.
¿Es la stevia una opción sin efectos secundarios para la salud?
Los indígenas Guaraní de la zona del Paraguay y en el sur de Brasil, en varias tribus se extendió el uso de esta planta en el control de la fertilidad de las mujeres, aplicando infusiones concentradas de Stevia por tiempos prolongados.
Un compuesto llamado steviol, es la columna vertebral de los edulcorantes de la Stevia.
Los toxicólogos, advirtieron que esta sustancia demostró, en estudios con bacterias y células, claras evidencias de genotoxicidad. Es capaz de cambiar la información genética.
Sin embargo, estudios más recientes realizados con ratones, ratas y hámster, indicaron que se requiere de concentraciones muy elevadas de steviol para iniciar un daño al ADN, la molécula de la vida que contiene toda la información genética.
¿Es la stevia causante de diabetes tipo II?
Cada vez la comunidad científica relaciona el uso de la stevia y los edulcurantes artificiales están con diabetes tipo II. Nuestro cerebro reacciona a los edulcorantes de una forma distinta que a la glucosa natural, sto produce unos desajustes metabólicos provocando un mayor deseo de alimentos dulces.
Cuando tomamos alimentos dulces nuestro cuerpo genera insulina. La insulina tiene la única función de transportar glucosa a las células y llevar la sobrante al hígado para almacenar como glucógeno de reserva.
Si el alimento que llega a nuestro cuerpo no es glucosa se produce un exceso de insulina que no tiene función ninguna, nada más que solicitar a nuestro cerebro más azucar para poder hacer el trabajo al que está destinado.ç
Por esto hemos de ser cuidadoso con los edulcorantes y con todos los demás sustitutivos a sabores naturales que la industria tiene preparados para nosotros.
Seamos con secuentes con nuestra alimentación y aprendamos a conocer los alimentos y tomarlos en las cantidades y en el momento adecuado. Hemos de tener en cuenta que en el proceso alimentario no solamente interviene el aparato digestivo sino también el sensitivo. La comida despierta en nuestro cerebro multiples reacciones que pueden afectar, incluso, a nuestro estado de ánimo.
Mi conclusión podría ser que hemos de tomarn os la alimentación y los alimentos muy en serio. De ella depende nuestra salud futura.