La vigorexia es un trastorno de la conducta alimentaria en el que la persona afectada se obsesiona por su aspecto físico.
Puede llegar hasta niveles enfermizos. Las personas que sufren este mal tienen una visión de sí mismos como débiles y enclenques.
La denominación de vigorexia tampoco está reconocido por la RAE, aunque cuenta con otras muchas expresiones identificativas como pueden ser complejo de Adonis, anorexia invertida o dimorfismo.
¿Es fácil detectar la vigorexia?
La vigorexia se puede considerar un trastorno emocional, aunque todavía no está reconocido como enfermedad por la comunidad médica internacional y es más común en hombres que en mujeres. Como casi todos los trastornos de la alimentación, empiezan de una forma sutil, de manera que hasta que no está en un estado avanzado, es muy difícil que pueda ser detectado por las personas del entorno de quien lo padece, y mucho menos por la persona que lo sufre.
En los últimos años, estudios han detectado un incremento de la preocupación corporal en mujeres y, sobre todo, hombres. Con esto, un excesivo cuidado del aspecto físico puede derivar en trastornos alimenticios como la vigorexia.¿Cuándo parar…?
La persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos, tienen una visión de su cuerpo muy distorsionada. Es por esto que hacen todo lo que está en su mano para conseguir una musculatura deseada, pero siempre se ven débiles.
En sus inicios, son personas muy aficionadas a practicar deporte, de forma que poco a poco se convierte en el centro de su vida. Su objetivo de conseguir un cuerpo perfecto se convierte en su única obsesión. Uno de los primeros síntomas es que se abandonan las relaciones sociales y se descuidan otros aspectos de su vida para dedicar todo su tiempo a entrenar.
Con el tiempo ven que con la práctica de deporte no consiguen el cuerpo deseado, así que empiezan a incorporar ejercicios de musculación, lo practican de una forma metódica y constante, convirtiéndose en su única preocupación. Llegan a renunciar a viajar, reuniones familiares o de amigos, o cualquier otra actividad que implique interrumpir su rutina; incluso son capaces de entrenar con dolor y lesiones.
Vigorexia, abuso de complementos alimenticios y deporte
En la mayoría de los casos, además de la práctica de ejercicio desmesurada, los afectados consumen de forma abusiva proteínas, carbohidratos y esteroides anabolizantes para aumentar su masa muscular y así llegar lo antes posible a adquirir el cuerpo deseado.
Van abandonando a sus amigos de siempre que son reemplazados por los compañeros del gimnasio, entre ellos se siente cómodo y comprendido, sobre todo porque estos nuevos compañeros valoran mucho su esfuerzo y dedicación,. Esto no no ocurre entre sus familiares que, en la mayoría de los casos, llegan a manifestar su preocupación por el exceso de ejercicio.
La vigorexia es un trastorno emocional que tiene sus raíces en la propia autoestima de la persona, no se debe confundir la afición por el deporte o la vida sana con una preocupación excesiva por obtener un cuerpo perfecto.