Nutrición geriátrica
“Textura, sabor, fibra, vitaminas y minerales”
Una buena nutrición geriátrica es imprescindible para evitar complicaciones en las enfermedades ya existentes y la parición de otras nuevas.
A menudo el anciano no se alimenta de modo adecuado, ya que sigue un régimen monótono y poco variado.
Cuando las personas de la tercera edad viven solos, les da pereza cocinar. No tiene inconveniente en pasar toda la mañana en la cocina si vienen sus hijos, pero no dedica el tiempo suficiente si han de comer ellos solos.
Estos régimenes limitados son causa de errores alimenticios que, prolongados en el tiempo, tienen como resultado malnutriciónn y carencia de nutrientes esenciales.
Una mala nutrición geriátrica provoca pérdida de peso en masa muscular, astenia, deterioro en la flora intestinal, lo que le confiere escasa resistencia a las infecciones.
En los casos opuestos, con régimenes hipercalorico, podemos encontrar:
- Desórdenes digestivos
- Oscilaciones de la glucemia
- Sobrepeso
- Acentuación de las molestias cardiovasculares.
- Sustitución de agua por comida dulce, que agrava la deshidratación y el sobrepeso.
Consejos prácticos para la nutrición geriátrica
- Hacer las 5 comidas diarias, aunque no se tenga demasiado apetito.
- Consumir sistemáticamente un régimen variado y apetecible.
- Masticar bien los alimentos y tomar alimentos en textura puré para evitar digestiones pesadas.
- No descuidar el consumo de proteína adecuado para evitar la pérdida de masa muscular, recurriendo a proteínas de elevado valor biológico, pollo, conejo, pavo o pescado blanco.
- No deben prescindir del consumo de pescado azul, al menos 3 veces a la semana, por la presencia de ácidos grasos omega-3, útiles para combatir la aterosclerosis.
- Consumir, a menudo, legumbres, cereales integrales, fruta y verduras frescas para garantizar la aportación de minerales, vitaminas A, B, C y D, es más efectivo que los aportados en suplementos.
- La fibra es importantísima para mantener una flora intestinal saludable que le proporcione unas defensas adecuadas.
- Cocinar con aceite de oliva y sazonar con especias en lugar de sal, para preservar la tensión arterial.
- Beber agua, frecuentemente durante el día, aunque no tenga sensación de sed.
- Reducir progresivamente el empleo de sal en la elaboración de los alimentos.
- Optar por especias aromáticas, darán sabor a tus platos sin perjudicar tu salud: ajo, cebolla, albahaca, perejil, romero, salvia, menta, orégano, mejorana, apio, puerro, tomillo, y especias como pimienta, pimentón, nuez moscado, azafrán, curry, etc.
