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Dorada en buena compañía

Dorada a la plancha con finas hierbas servida con pisto y ensaladilla de pimientos en plato blanco
Media 316 kcal/ración

La dorada a la plancha con finas hierbas es de esas recetas que parecen sencillas hasta que la pruebas bien hecha: piel crujiente, carne jugosa y un perfume herbal que lo levanta todo con muy poco. Además, encaja en esos días en los que apetece comer ligero sin renunciar a un plato con presencia, y se prepara en un momento si ya tienes lista la guarnición.

Por qué apetece una dorada a la plancha con finas hierbas

Cuando buscas un segundo plato rápido, el pescado blanco es una apuesta segura: queda limpio en boca, se digiere con facilidad y admite acompañamientos que aporten color sin complicar el menú. En ese sentido, esta dorada funciona especialmente bien con guarniciones tipo “aprovechamiento”, como un pisto que ya tengas hecho o una ensaladilla de pimientos preparada de otro día. Si te gusta montar menús prácticos para la semana, aquí tienes ideas en recetas de segundos platos saludables para combinar y no caer en la monotonía.

Cómo conseguir una dorada a la plancha con finas hierbas jugosa

La clave está en respetar el producto: secar bien la pieza, calentar la plancha a conciencia y cocinar primero por el lado de la piel para que proteja la carne. El aceite y las hierbas van en una capa fina, sin encharcar, para que el dorado sea uniforme. Y el toque final de limón, justo al terminar, aporta frescor y realza el sabor sin taparlo. Si te apetece completar el plato con verdura, guarda a mano esta selección de guarniciones ligeras y fáciles para acompañar sin complicarte.

Cuándo servirla y con qué acompañarla

Esta receta encaja tanto en una comida entre semana como en una cena informal en la que quieres algo “gourmet” sin encender el horno. Presenta la dorada con el pisto a un lado y la ensaladilla de pimientos al otro para que cada bocado tenga contraste de textura y temperatura. Si estás cuidando tu alimentación, recuerda que una dieta equilibrada se apoya en variedad y buenas técnicas de cocción; la Fundación Española de la Nutrición ofrece recursos útiles para entender cómo encajar el pescado y las verduras en un patrón saludable.

  • Ideal para cenas rápidas: se cocina en pocos minutos y queda muy resultona.
  • Perfecta para “batch cooking”: aprovecha guarniciones ya hechas y monta el plato al momento.
  • Mejor textura: deja el pescado unos minutos a temperatura ambiente antes de pasarlo por la plancha.

Con una buena dorada, una plancha bien caliente y el aroma de las hierbas, la dorada a la plancha con finas hierbas se convierte en ese comodín que siempre apetece y que puedes repetir en cualquier época del año sin cansarte.

Ingredientes

Para 3 raciones (cantidades orientativas).

Preparación

Elige el método de cocinado.
  1. Pide al pescadero una dorada de ración abierta, sin escamas ni tripas.
  2. Lava la dorada, escurre y seca con papel de cocina.
  3. Salpimienta, unta con el aceite y cubre con finas hierbas; si puedes, deja macerar unas horas para más sabor.
  4. Calienta la plancha y cocina primero por el lado de la piel 5–8 minutos, sin añadir aceite.
  5. Da la vuelta con espátula y cocina 5–8 minutos más, hasta que esté hecha, rocía con el zumo de medio limón.
  6. Sirve con pisto, ensaladilla de pimientos

Información nutricional

Valores aproximados por ración para 3 raciones.
  • Energía: 316 kcal
  • Proteínas: 35 g
  • Hidratos de carbono: 4 g
  • Grasas: 17 g
  • Fibra: 1 g
  • Sal: 1.1 g

Consejos y variaciones

  • Seca muy bien la dorada antes de ponerla en la plancha: mejora el dorado y evita que “cueza” en vez de asarse.
  • Si tienes tiempo, deja la dorada ya salpimentada con el aceite y las finas hierbas durante unas horas para intensificar el aroma.
  • Cocina primero por el lado de la piel y evita moverla: así queda más crujiente y protege la carne para que salga jugosa. Para un emplatado más “gourmet”, coloca el pisto y la ensaladilla de pimientos en pequeñas quenelles o montoncitos separados.
  • Ajusta el punto final con el limón justo al apagar el fuego: aporta frescor sin enmascarar el sabor del pescado.