Si lo haces engordas
¿Piensas que podrías padecer una adicción a los carbohidratos?
La adicción a los carbohidratos es un deseo ancestral, está en lo mas oculto de nuestro cerebro.
¿Has observado alguna vez que cuando comes alimentos dulces, no puedes parar de comer.
Te comes una galleta y sientes la necesidad imperiosa de coger otra, y otra y otra… en muchas ocasiones hasta que no acabamos el paquete no paramos.
Sin embargo con los alimentos que no llevan glucosa, eso no ocurre, cuando estás satisfecho paras de comer y listo.
A veces dicen que el azúcar engancha, que crea adicción, e incluso, llegan a decir que es comparable a la heroína.
Bajo mi humilde opinión, la cosa no llega a tanto, es simplemente, que el azúcar, o la glucosa, como prefieras llamarla, activa el sistema de la recompensa, con lo cual nuestra felicidad es plena con la boca llena de ese agradable sabor.
Este efecto es similar en casi todos los carbohidratos, mientras más refinado más intenso, ya que la absorción es más rápida.
¿Deseas perder peso y tes es prácticamente imposible?
La respuesta puede estar en la clase de hidratos de carbono qué consumes. Una parte de la energía que obtenemos con los alimentos es utilizada para la reparación celular, reproducción celular y mantenimiento de las funciones corporales de los diferentes sistemas.
La otra parte de la energía es depositada en forma de grasa en el tejido adiposo para futura utilización.
En condiciones normales, estos dos sistemas trabajan en armonía. Cuando comemos hidratos de carbono, estos se metabolizan y producen elevación de azúcar (glicemia) en la sangre.
La hormona insulina es liberada al torrente sanguíneo, para llevar la glucosa a las células, producir energía, o almacenar la energía no utilizada en el tejido adiposo (graso).
Una vez completado el ciclo, los niveles de insulina en sangre «caen» y una segunda hormona llamada glucagon entra en acción para «gastar» la energía depositada en forma de grasa en las necesidades del organismo. Estos dos sistemas tienen que trabajar en balance.
Cuando hay un desajuste entre estas dos hormonas, el exceso de insulina limita la salida del glucagón o depósito de glucógeno.
Carbohidratos y resistencia a la insulina
Cuando los niveles de insulina continúan elevados en la sangre, los órganos y músculos se defenderán creando la condición llamada «resistencia a la insulina»,.
La glucosa no llegará adecuadamente a los órganos y el músculo y el exceso de glucosa en la sangre, será convertida en grasa (la persona ganará peso).
Este es el círculo vicioso de la adicción a los carbohidratos que es imposible de quebrar sin un entendimiento del padecimiento.
¿Has pensado que quizás padezcas adicción a los carbohidratos?
Aproximadamente el 75% de las personas con exceso de peso y 40% de las personas con peso normal sufren adicción a los hidratos de carbono. Miles de personas son adictas a los carbohidratos y su problema no es reconocido, diagnosticado o tratado.
El paciente con adicción a los hidratos de carbono, sentirá hambre rápidamente después de comer, porque los niveles de azúcar son «barridos» de la sangre por el exceso de insulina. Se puede producir «hipoglucemia» que inducirá a la persona a comer de nuevo y continuar el círculo vicioso.
¿Sientes la necesidad de comer pan, pasta, popcorn, muffins, chocolate, patatas fritas y otros carbohidratos?
Es hora de que te plantees un cambio de alimentación y estilo de vida:
Cambia los hidratos refinados por integrales
- No consumas más energía de la que vayas a consumir en tu actividad diaria. Toda la sobrante se acumulará como grasa.
- Haz ejercicio diario para eliminar la energía sobrante.
- Deja los hidratos de carbonos refinados para ocasiones muy puntuales
- Desacostumbra tu paladar a los alimentos exageradamente azucarados.
- No comas alimentos industrializados, están cargados de azúcar y sal.
- Visita a una dietista que pueda ayudarte a controlar tu problema y a retomar una alimentación más saludable y coherente a tu consumo energético.
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