¿Qué enfermedades pueden producir insuficiencia hepática?
Hay muchas enfermedades que pueden afectar al hígado y provocan que este deje de funcionar correctamente. Algunas de las más importantes son:
- Enfermedades virales (como la hepatitis A, B, C).
- Cirrosis, la destrucción de células hepáticas genera un aumento del tejido en el órgano.
- Abuso en el consumo de alcohol o de otras sustancias.
- Ciertas enfermedades autoinmunitarias, como la hepatitis autoinmunitaria o la cirrosis biliar primaria, entre otras.
- Cáncer de hígado.
- Enfermedades hereditarias, como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.
- Ingesta excesiva de ciertos medicamentos, como el paracetamol.
¿Cuándo es aconsejable un trasplante de hígado?
El trasplante se indicará cuando la probabilidad de supervivencia con el tratamiento convencional sea claramente inferior a la supervivencia que se espera tras el trasplante.
Para determinar esto, es importante conocer el cálculo de estas dos supervivencias, para no indicarlo ni demasiado pronto, evitando así el riesgo quirúrgico y de la inmunosupresión permanente, ni demasiado tarde para evitar el empeoramiento rápido e irreversible del paciente.
Alimentación pre transplante
Aunque cada caso debe ser evaluado de forma individual, por regla general, la desnutrición forma parte de los pacientes con una insuficiencia hepática crónica.
En una cirrosis hepática se altera la utilización y el almacenamiento de los carbohidratos, lo que presenta un aumento del catabolismo o destrucción de proteína y grasas. Esto conduce a la pérdida de las reservas proteicas y lipídicas.
Si a esto le sumamos una menor asimilación de nutrientes, un menor apetito e ingesta, se corre un alto riesgo de malnutrición proteico-calórica.
Es por eso, la imperiosa necesidad de seguir una dieta para proteger al hígado.
En términos generales, no existe una dieta concreta para este tipo de pacientes, es aconsejable una dieta sana y un estilo de vida saludable. Las únicas limitaciones son:
- El alcohol, queda excluido totalmente de la dieta.
- La sal.
- Pescados y mariscos crudos o poco cocido.
¡Sí! a una alimentación suficiente y variada
El soporte nutricional, antes y después del trasplante hepático, debe convertirse en tratamiento prioritario en este grupo de pacientes.
Es necesario adoptar una alimentación saludable y completa, tanto en aporte calórico como en una alta calidad de los nutrientes:
- Proteínas
Rebajemos la ingesta de proteínas, sobre todo las carnes rojas, ya que el hígado no es capaz de depurar los desechos de la metabolización de estas. (Una ración de carne, sería unos 150 g, de pescado 180 g.)
Es muy recomendable consumir carnes blancas, pescado blanco, clara de huevo o proteína vegetal, como las legumbres (garbanzos, lentejas, judías secas, guisantes) en detrimento de carnes rojas y pescados azules.
- Hidratos de carbono
- Grasas
- Vitaminas y minerales
Es importante llevar una dieta adecuada con el aporte energético suficiente para evitar la desnutrición y anemia para enfrentar la operación de transplante en el mejor estado de salud posible.