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Alimentación y trasplante de hígado

¿Qué es el hígado?

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El hígado es uno de esos órganos vitales, sin los cuales la vida del ser humano es imposible. Se encuentra ubicado en el costado derecho del abdomen, debajo del diafragma.

Su tamaño es similar a una pelota de rugby, siendo uno de los órganos de mayor tamaño del cuerpo humano, mide unos 10 cm y pesa entre 1,4 y 1,6 kg.

Es la primera “estación” que se encuentran los alimentos tras ser absorbidos; por tanto, este órgano se transforma en el gran regulador de la nutrición en cualquier persona.

Una dieta saludable es la base para la durabilidad y una buena salud del órgano.

 ¿Cuáles son sus funciones principales?

  • Digerir los alimentos

El hígado es el encargado de extraer los nutrientes esenciales para la digestión, como carbohidratos, lípidos y proteínas, segregando bilis.

  •  Eliminar sustancias tóxicas

El hígado filtra y elimina las toxinas provenientes de lo que consumimos, por ejemplo, alcohol y medicamentos.

  •   Almacenamiento

Aquellos nutrientes que no se utilizan en ese momento, son almacenados en forma de glucosa, para utilizarla en forma de energía cuando sea necesario.

Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, podemos hacernos cargo de la importancia de este órgano en nuestra salud y la estrecha relación con la nutrición.

 ¿Qué ocurre cuando el hígado no funciona correctamente?

En algunas ocasiones el funcionamiento del hígado puede verse reducido por distintas enfermedades, que puede ir de leves hasta muy graves.

Hay signos que nos indican cuando nuestro hígado no está trabajando a su ritmo normal:

  • Color amarillento en la piel: Lo que normalmente llamamos ictericia. Se produce porque se acumula bilirrubina, sustancia que el hígado se encarga de degradar cuando funciona correctamente.
  • Picor de la piel: la bilirrubina no eliminada, se acumula en la epidermis en forma de cristales, generando un picor insistente que suele ser constante a lo largo del día y no tiene atenuantes.
  • Cansancio: Si el hígado no es capaz de almacenar glucógeno, vitaminas y los minerales necesarios, nuestro cuerpo se queda sin recursos para obtener energía.
  • Digestiones pesadas: Tras las comidas sentimos hinchazón, náuseas y diarrea. Esto se produce porque el hígado no secreta la bilis necesaria para digerir las grasas.
  • Heces de color pálido y orina oscura: Ya que el hígado es el órgano encargado de producir los pigmentos que le dan color a estos desechos. En el caso de la orina podría producir una cantidad excesiva, mientras que en las heces puede haber una escasez total.
  • Dolor en el abdomen: Justo en la parte superior derecha, en el mismo sitio dónde se encuentra el órgano. Este síntoma aparece cuando el hígado aumenta de tamaño y distiende una estructura llamada cápsula de Glisson, generando el dolor.
  • Problemas de coagulación: El hígado es el encargado de sintetizar los factores de coagulación, en caso de que se vea impedido para hacerlo, es muy normal la aparición de hematomas o hemorragias.
  • Pérdida de memoria y desorientación: Al no ser eliminada las toxinas de desecho de nuestro cuerpo, estas se acumulan en exceso en nuestra sangre, intoxicando el cerebro. Esto produce una afección llamada encefalopatía hepática.
  • Edema: en piernas, tobillos y abdomen, que se perciben como hinchazón.

 

 

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