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Crema de pimientos

Crema de pimientos rojos saludable en cuenco blanco, muy cremosa y luminosa, con un hilo de aceite de oliva
Fácil 287 kcal/ración

La crema de pimientos es una de esas recetas que solucionan una comida completa con muy poco esfuerzo: color intenso, textura sedosa y un sabor dulce y amable que suele gustar a toda la familia. Funciona igual de bien como entrante ligero que como cena rápida, y además se presta a presentaciones muy “de restaurante” con solo un buen aceite de oliva y un toque de pimienta.

Cómo lograr una crema de pimientos sedosa y con sabor

El secreto está en construir el sabor desde el principio: cocinar las verduras con calma para que desarrollen matices sin quemarse, y después triturar lo suficiente para conseguir una crema fina. Cuando apuntas a esa textura aterciopelada, cualquier detalle suma: el punto de sal, el equilibrio entre dulzor y especias y el remate final con un hilo de aceite. Si te apetece combinarla con un segundo de pescado fácil, encaja muy bien con una dorada a la sal al horno, porque contrasta la suavidad de la crema con una proteína ligera y jugosa.

Cuándo apetece una crema de pimientos y cómo servirla

La crema de pimientos es especialmente apetecible en días frescos, pero también puede servirte para comidas de táper o cenas tempranas: es cómoda, saciante sin resultar pesada y fácil de recalentar. Puedes presentarla en boles pequeños como primer plato o en ración generosa como plato único, añadiendo un acompañamiento crujiente. Para más ideas del mismo estilo, tienes muchas opciones en la sección de recetas de primeros platos saludables.

Ideas para variar sin complicarte

Esta crema admite muchos guiños sin perder su esencia: jugar con el toque final, ajustar la textura o cambiar la manera de servirla. Si quieres seguir un enfoque de alimentación equilibrada y aprender a encajar este tipo de platos en el menú semanal, puedes ver mas propiedades del pimiento rojo en este artículo.

  • Como entrante: bol pequeño con un hilo de aceite y pimienta negra.
  • Como cena: ración generosa y un acompañamiento crujiente para contrastar.
  • Para invitados: sírvela muy fina y remata con un toque de presentación elegante.

Cuando buscas un plato rápido, reconfortante y fácil de adaptar, la crema de pimientos se convierte en un básico que siempre apetece repetir.

Ingredientes

Para 4 raciones (cantidades orientativas).
  • 800 g de pimiento rojo
  • 150 g de cebolla dulce
  • 4 dientes de ajo
  • 750 g de agua o caldo
  • 250 g de queso fresco líquido desnatado
  • 20 g de aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra molida

Preparación

Elige el método de cocinado.
  1. Lava y trocea pimientos, cebolla y ajos.
  2. Calienta el aceite y pocha la cebolla a fuego suave unos 10 minutos.
  3. Añade los pimientos y cocina 10 minutos, moviendo hasta que estén bien pochados.
  4. Pasa a una olla, sazona con sal y pimienta, añade el agua y cuece 20–30 minutos a fuego medio.
  5. Tritura, retira del fuego y deja templar.
  6. Incorpora el queso fresco líquido desnatado y mezcla hasta obtener una crema fina.
  7. Rectifica de sal y pimienta al gusto.

Versión Thermomix

  1. Pela los ajos, limpia y trocea los pimientos; pela y trocea la cebolla.
  2. Vaso: añade aceite, ajos y cebolla. 3 min / 120 ºC / vel 1
  3. Añade los pimientos. 5 min / 120 ºC / vel 1
  4. Añade el agua. 15 min / 100 ºC / vel 1
  5. Incorpora el queso y la sal; tritura. 1 min / vel progresiva

Información nutricional

Valores aproximados por ración para 4 raciones.
  • Energía: 287 kcal
  • Proteínas: 12 g
  • Hidratos de carbono: 6 g
  • Grasas: 19 g
  • Fibra: 4 g
  • Sal: 2.8 g

Consejos y variaciones

  • Para un sabor más redondo, pocha la cebolla con paciencia hasta que quede bien transparente antes de añadir el pimiento. Si buscas una textura extra fina, tritura a conciencia y deja templar antes de añadir el lácteo, para que no se corte. Ajusta la densidad con el propio “agua o caldo” de la receta: añade poco a poco hasta el punto que te guste.
  • Para una presentación más gourmet, termina con un hilo de aceite de oliva y un toque de pimienta negra recién molida.
  • Si la quieres para batch cooking, guárdala en frío y consúmela en pocos días; recaliéntala suave para mantener la textura.