Cómo evitar engordar en Navidad: guía práctica para disfrutar sin culpa

Si alguna vez te has preguntado cómo evitar engordar en Navidad sin renunciar a las comidas familiares ni a los brindis, este artículo es para ti. La idea original del título me vino rápido, pero descubrí que muchas blogueras habían pensado lo mismo… se nota que todas compartimos las mismas preocupaciones, y por eso precisamente este tema importa tanto.

Durante estas fechas nos enfrentamos a un auténtico maratón de comidas, cenas, dulces, reuniones y brindis que pueden echar por tierra el esfuerzo de todo el año. Pero una dieta para Navidad no consiste en prohibiciones, sino en sentido común, organización y algunos trucos muy fáciles de aplicar.

Una dieta para Navidad debe ser flexible pero equilibrada. Lo más importante es controlar la cantidad, elegir mejor y recordar que los excesos puntuales no son el problema, sino que se acumulen cada día. Y sí: el alcohol suele ser el mayor enemigo.

Aquí tienes algunas claves que recomiendo como dietista a mis clientas para que lleguen a enero ligeras y sin culpa:

• Planifica tus eventos para evitar dos en el mismo día.
• Si puedes elegir, opta siempre por comida mejor que cena: tendrás más horas para quemar.
• Toma un tentempié ligero (fruta o yogur) para no llegar con hambre voraz.
• Si la reunión es por la noche, haz comida ligera y algo de ejercicio por la tarde.
• Si quieres llevar un detalle al anfitrión, apuesta por entrantes saludables o postres de fruta, decorativos y ligeros.
• Bebe agua entre platos. Aquí te dejo un artículo muy útil: La importancia del agua en nuestro organismo.
• Come despacio y escucha tu señal de saciedad. Tarda unos 15 minutos en aparecer.
• Recuerda que lo importante no es la comida, sino la compañía.
• Cuando sea posible, elige pescado, marisco y moluscos antes que carnes grasas.

Organizar la comida en tu casa puede ser una ventaja enorme, porque tienes el control del menú. Además de seguir las recomendaciones anteriores, puedes preparar guarniciones de verduras deliciosas, ligeras y muy vistosas:

• Puré de patata sin patata
• Guarnición de col lombarda
• Espárragos y tomates a la plancha
• Parrillada de verduras

Además de los platos tradicionales, incluye siempre alternativas bajas en calorías presentadas con mimo. Sorprenderás a tus invitados y tú podrás comer sin remordimientos.

Aunque la Navidad dura solo dos semanas, si sumamos las cenas de empresa, quedadas con amigos y celebraciones familiares, el periodo de excesos puede convertirse fácilmente en un mes entero.

Por eso es muy útil aplicar una dieta de choque en los días libres entre fiestas: depurativa, ligera y perfecta para resetear tu organismo.

Aquí tienes un ejemplo sencillo:

• Desayunos nutritivos (fruta, yogur natural, avena, huevo duro).
• Comidas ligeras con sopas, caldos o cremas de verduras.
• Cenas aún más suaves: sopas, queso fresco, pavo o verduras cocidas.
• Frutas o yogures entre horas para respetar las cinco comidas al día.

Lo más importante es volver al equilibrio. La Navidad se disfruta más cuando te cuidas y no llegas a enero con sensación de pesadez.

¡Felices Fiestas! Y cuéntame en comentarios: ¿cuál es tu mayor reto para no engordar en Navidad? Te leo.