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Comidas para congelar: guía práctica para sobrevivir sin tu madre

Recipientes con comidas caseras congeladas y etiquetadas en un congelador organizado.

Sobrevivir sin tu madre: ¡tú puedes!

Comidas para congelar no es sinónimo de comer mal. Con un poco de organización y un buen uso del congelador, puedes comer sano todos los días sin complicarte la vida.
El congelador puede convertirse en tu mejor aliado si sabes qué alimentos congelar y cómo hacerlo correctamente.

(Si aún no tienes claro qué tener siempre a mano, echa un vistazo a mi artículo Lista de la compra sana: kit de urgencia en mi nevera).

1. Por qué el congelador es tu “plan B” saludable

Igual que la despensa o la nevera, el congelador debe ser un espacio bien organizado con opciones saludables y no un almacén de pizzas, empanadillas o platos precocinados llenos de grasas trans.

Cuando aprendes a congelar bien, puedes ahorrar tiempo, dinero y asegurarte de tener comida casera y nutritiva lista para cuando no tienes ganas o tiempo de cocinar.

2. Comidas para congelar y tener siempre a mano

Tener un fondo de congelador equilibrado puede sacarte de muchos apuros. Aquí tienes 14 comidas y alimentos ideales para congelar sin perder sabor ni propiedades:

  • Guisantes

  • Alcachofas

  • Menestra

  • Judías verdes

  • Cebolla cortada

  • Perejil

  • Jamón cocido (en raciones pequeñas, fáciles de descongelar)

  • Espárragos (enteros o troceados)

  • Pescado blanco y pescado azul

  • Filetes de pollo

  • Pan en porciones de unos 60 g (aguanta 15 días en buenas condiciones)

  • Salsa de tomate casera

  • Pisto casero

  • Pequeños tuppers con sobras de comidas caseras

(Puedes ver ideas de menús mediterráneos para congelar en Batch cooking al estilo mediterráneo).

3. Consejos para congelar correctamente los alimentos

Congelar bien los alimentos marca la diferencia entre mantener su valor nutricional o arruinar su textura.
Toma nota de estos 13 consejos básicos:

  1. La temperatura ideal es de –18 ºC.
  2. Nunca vuelvas a congelar un alimento ya descongelado.
  3. Etiqueta cada envase con el nombre y la fecha de congelación.
  4. Usa recipientes cuadrados o rectangulares para aprovechar mejor el espacio.
  5. No introduzcas alimentos calientes: deja que enfríen antes.
  6. No congeles frutas frescas crudas (solo en almíbar, y no es lo más saludable).
  7. Congela verduras cortadas y escaldadas.
  8. No congeles ensaladas ni tomates crudos.
  9. Evita congelar patatas o pasta cocida: cambian su textura.
  10. No congeles lácteos:
  11. La leche se corta.
  12. El queso curado se desmigaja.
  13. El yogur, la nata o la mayonesa se separan.
  14. Las carnes deben ir limpias de grasa y en porciones pequeñas.
  15. El pescado debe estar limpio y seco (sin escamas ni tripas).
  16. Limpia el congelador regularmente para evitar escarcha y olores.

4. Cómo escaldar verduras antes de congelar

Escaldar las verduras evita que pierdan color, sabor o textura.
Cómo hacerlo:

  1. Hierve agua en una olla.
  2. Retírala del fuego y añade la verdura durante 2 minutos.
  3. Escúrrela y deja que se enfríe antes de guardarla en su recipiente de congelación.

5. Mantén tu congelador ordenado

Un congelador lleno no es un caos si todo está etiquetado, limpio y bien distribuido.
De esta forma sabrás qué tienes, cuánto tiempo lleva allí y evitarás desperdicio alimentario.

(Si te interesa saber más sobre conservación de alimentos, el sitio oficial de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ofrece guías útiles para el consumidor.)

Conclusión

Tener un congelador bien organizado es el mejor “plan B” cuando falta tiempo o inspiración.
Congelar bien te permite comer sano, ahorrar y evitar desperdicios, sin caer en la tentación de los ultraprocesados.
Así que ya lo sabes: ¡no vuelvas a casa de tu madre! Eres perfectamente capaz de cocinar, organizarte y mantener una alimentación equilibrada… incluso en el congelador.