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Guacamole

Guacamole casero saludable en cuenco blanco, textura rústica con tomate, cebolla y cilantro, con lima al lado
Fácil 109 kcal/ración

El guacamole casero es uno de esos básicos que solucionan un aperitivo en minutos: fresco, cremoso y con una textura rústica que hace que cada bocado tenga gracia. Con pocos ingredientes y sin cocción, es perfecto para improvisar cuando llegan visitas, para una cena informal o para acompañar platos principales sin recargar el menú.

Guacamole casero: sabor fresco y textura rústica

La clave está en respetar el aguacate: machacarlo con tenedor y añadir el resto de ingredientes muy picados para que se integren sin “ahogar” la mezcla. El zumo de lima aporta chispa y ayuda a mantener el color, mientras que el cilantro y el toque de picante (si lo usas) elevan el conjunto. Si te gustan los entrantes suaves y de cuchara para equilibrar, una opción que combina muy bien antes de un aperitivo es la crema de pimientos, porque mantiene el tono ligero y apetecible.

Cómo servir el guacamole casero en comidas y cenas

El guacamole casero funciona como dip, como topping y también como acompañamiento. En una mesa de picoteo aporta contraste y frescura; en una cena rápida, puede completar un plato principal aportando cremosidad. Si además vas a preparar algo al horno y quieres una salsa ligera para alternar opciones en el menú semanal, puedes echar un vistazo a la bechamel baja en calorías, que es otra forma de sumar textura sin recargar.

Un básico rápido para comer más vegetal en el día a día

Además de ser fácil, el guacamole encaja bien en rutinas saludables porque se prepara al momento, se adapta a tu gusto y te permite controlar sal, acidez y picante. Te dejo un artículo que te habla de los orígenes del guacamole, te va a encantar.

  • Ideal para aperitivos rápidos sin cocina.
  • Muy versátil: dip, acompañamiento o topping.
  • Se adapta fácilmente a tu punto de sal, lima y picante.

Si buscas una receta de fondo de despensa (y nevera) que siempre queda bien, el guacamole casero es una apuesta segura.

Ingredientes

Para 4 raciones (cantidades orientativas).
  • 300 g de aguacates maduro
  • 50 g de tomate
  • 20 g de cebolla dulce
  • 15 g de zumo de lima
  • 1 ramita de cilantro fresco
  • 5 g de chile o jalapeño (opcional)
  • 1 diente de ajo (opcional)
  • Sal

Preparación

Elige el método de cocinado.
  1. Parte los aguacates, quita el hueso y saca la pulpa.
  2. Machaca el aguacate con un tenedor en un bol (textura rústica).
  3. Trocea muy pequeñito el tomate, la cebolla, el cilantro, el chile y ajo. Añadelo a la mezcla.
  4. Incorpora el zumo de lima y la sal.
  5. Mezcla suavemente y prueba.
  6. Ajusta de sal o acidez si hace falta.

Versión Thermomix

  1. Pon la cebolla (y chile y ajo si usas) en el vaso. 3 seg / vel 5.
  2. Baja restos y añade el tomate. 2 seg / vel 4.
  3. Incorpora el aguacate, el zumo de lima y la sal. Tritura 5–8 seg / vel 3.
  4. Añade cilantro y mezcla 2 seg / vel 2.

Información nutricional

Valores aproximados por ración para 4 raciones.
  • Energía: 109 kcal
  • Proteínas: 1 g
  • Hidratos de carbono: 6 g
  • Grasas: 9 g
  • Fibra: 2 g
  • Sal: 0.7 g

Consejos y variaciones

  • Usa aguacate bien maduro (blandito al tacto) para que el guacamole quede cremoso sin necesidad de triturar demasiado.
  • Mantén la textura “rústica” machacando con tenedor y mezclando suavemente para que el tomate no suelte demasiado jugo.
  • Ajusta el picante jugando con la cantidad de chile o jalapeño (opcional) y añádelo poco a poco.
  • Si lo preparas con antelación, deja el zumo de lima para el final y remueve justo antes de servir para conservar mejor el color.
  • En Thermomix, tritura en tandas cortas: es más fácil quedarse en “punto guacamole” que pasarse y dejarlo tipo puré.