Hacer dieta sin mal humor
Parece casi imposible estar a dieta sin mal humor, cada vez que empezamos una dieta nos enfadamos con el mundo, todo se hace grande, nuestra mala cara el palpable y evidente para todo el mundo.
¿Por qué nos ponemos de mal humor cuando estamos a dieta?
Casi todos, en algún momento de nuestra vida hemos seguido algún tipo de dieta. Es un acto, casi, instintivo cuando sacamos la ropa de temporada y nos la probamos.
Nos aprieta, ya no nos queda igual de bien que el año pasado y nos agobiamos. Somos conscientes de que hemos de hacer algo al respecto.
Recurrimos a internet, a una revistas de «salud» o se la pedimos a la algún amigo que nos comentó que estaba haciendo dieta.
En la gran mayoría de casos este tiepo de dietas, a salto de mata, no suele funcionar, creandonos desasosiego y frustración, e incluso, puede llegar a provocarnos una inestabilidad emocional de la que ni siquiera somos conscientes, pero que proyectamos en las personas que nos rodean.
Dietas con mal humor, abandono seguro
Las empezamos con ilusión, nos implicamos dejándonos la piel en cumplirla al pie de la letra la primera semana.
Pasadas dos o tres semanas vamos perdiendo interés y voluntad, recaemos en los malos hábitos, una cerveza por aquí, un picoteo por allá…
Con el ejercicio ocurre algo parecido, nos apuntamos al gym motivados e ilusionado. Nos compramos bolsa, deportivas y equipo a juego… pero la mayoría de las veces, no cumplimos ni la primera cuota.
De nuevo caemos en la frustración, otro fracaso mas a nuestras espaldas. Ahora sabemos que volver a empezar de nuevo, será más difícil.
Y nos apuntamos otra derrota, decepción, tristeza e inestabilidad emocional:
- Evitamos el tema delante de nuestros familiares y amigos.
- Pasamos por un momento de aislamiento.
Ser feliz y estar a dieta es posible
No debemos olvidar que la felicidad no nos viene de fuera, debe habitar en nosotros, debe estar en nuestro interior para que podamos irradiarla hacia el exterior.
Consejos para hacer dieta sin mal humor
- Realiza los descansos y sueños adecuados: Escucha a tu cuerpo, el que te dará la respuesta.
- No picotees entre horas: Haz 5 ingestas al día Los horarios están para cumplirlos, eso hará que no llegues con mucha hambre a la siguiente comida.
- El ejercicio es importantísimo: Para sentirnos activos y llenos de vitalidad lo necesitamos. Si no encuentras un deporte que te motive elige, por lo menos, el que menos de disguste, 30 minutos al día es indispensables, hazlo compatible con tu trabajo y ritmo de vida.
- Cuida y amplia las relaciones sociales: La mayor fuerza y motivación para seguir es sentirse integrado en la comunidad. Realiza actividades en grupo, pueden llegar a ser muy reconfortante.
- Disfruta y cuida el entorno familiar: Siempre que puedas come en familia, mantén el contacto con tu familia y sientente parte de tu clan.
- Mímate y saca tiempo para ti: Dedícate, al menos 30 minutos al día para estar contigo mismo. Tomate una ducha relajante, da un paseo, lee un libro que te enganche o simplemente no hagas nada… únicamente desconcetar.
El truco para hacer dieta y ser feliz
El profesor Mihály Csíkszentmihályi, autor del libro Fluir, estuvo entrevistando durante más de 20 años a gente de todo tipo, mujeres, hombres, casados solteros, de diferentes razas y creencias religiosas… El se preguntaba qué es lo que les hacía felices.
La conclusión, contrariamente a lo que podemos imaginar, es que los mejores momentos de una persona no eran los momentos de ocio, como ver la televisión, charlar con tus amigos en un café, etc,
Los mejores momentos eran cuando el cuerpo o la mente de una persona habían llegado hasta su límite para conseguir algo difícil y que valiera la pena.
No lo olvidéis “difícil y que valga la pena”, porque llevar una vida saludable… ¡Es difícil! ¡Pero vale la pena!