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Crema de tomate

Crema de tomate casera servida en cuenco blanco con albahaca fresca y aceite de oliva
Fácil 139 kcal/ración

La crema de tomate es una de esas recetas básicas que nunca fallan. Sencilla, reconfortante y con ingredientes fáciles de encontrar, se adapta tanto a comidas ligeras como a cenas rápidas en las que apetece algo caliente, suave y lleno de sabor.

Crema de tomate: un clásico que siempre apetece

Esta crema de tomate destaca por su sabor limpio y su textura cremosa, sin necesidad de ingredientes complicados. Es una forma estupenda de disfrutar del tomate cocinado, especialmente cuando buscas platos fáciles de digerir y con un perfil equilibrado. En el día a día encaja muy bien dentro de un menú sencillo y puedes combinarla con otras recetas saludables y fáciles para completar la comida.

Por qué incluir crema de tomate en tu menú semanal

La crema de tomate es versátil y práctica: se puede preparar con antelación, se conserva bien y admite múltiples acompañamientos. Además, su sabor suave la convierte en una opción ideal tanto para adultos como para niños. Si estás organizando comidas ligeras o cenas rápidas, puedes inspirarte en más ideas de platos sencillos que encajan perfectamente con este tipo de crema.

Una receta sencilla con base mediterránea

El tomate, el aceite de oliva y la cocción suave son la base de una receta muy ligada a la cocina mediterránea. Consumir este tipo de platos ayuda a mantener una alimentación variada y equilibrada, tal como dice este interesante artículo.

  • Ideal como primer plato ligero o cena reconfortante.
  • Fácil de preparar y perfecta para cocinar en cantidad.
  • Admite múltiples acompañamientos según la ocasión.

En definitiva, una crema básica, sabrosa y muy práctica que merece un hueco fijo en cualquier recetario casero. No seas prejuiciosa y atrévete a probarla, te sorprenderá su sabor.

Ingredientes

Para 7 raciones (cantidades orientativas).
  • 600 g de tomates
  • 50 g de cebolla
  • 200 g de calabaza
  • 100 g de patata
  • 1 diente de ajo
  • 1 ramita de apio
  • 30 g de aceite de oliva
  • 1 ramita de tomillo
  • 100 g de queso de Burgos
  • 800 g de agua o caldo
  • Sal

Preparación

Elige el método de cocinado.
  1. Lava los tomates, quita el pedúnculo y corta en cuartos.
  2. Pela la calabaza y trocéala grande.
  3. Corta el apio y enjuágalo; pela la patata y córtala en cuatro; pela los ajos.
  4. Calienta el aceite en una cacerola y sofríe cebolla y ajos hasta que la cebolla esté transparente.
  5. Añade el resto de verduras, el agua y sal; cocina 30 minutos.
  6. Tritura hasta obtener una crema fina.
  7. Sirve con tomillo y el queso de Burgos en cubitos.

Versión Thermomix

  1. Lava los tomates, quita el pedúnculo y corta en cuartos.
  2. Pela la calabaza y trocea.
  3. Corta el apio.
  4. Pela y corta la patata.
  5. Pela los ajos.
  6. Pon en el vaso el aceite, la cebolla y el ajo.
  7. Sofríe. 4 min / Varoma / vel
  8. Añade el resto de verduras, 1 l de agua y sal.
  9. Cocina. 20 min / Varoma / vel 1
  10. Tritura hasta crema fina. 10 seg / vel 4-6-8-10
  11. Sirve con tomillo y el queso de Burgos en cubitos.

Información nutricional

Valores aproximados por ración para 7 raciones.
  • Energía: 139 kcal
  • Proteínas: 6 g
  • Hidratos de carbono: 12 g
  • Grasas: 8 g
  • Fibra: 2 g
  • Sal: 2.3 g

Consejos y variaciones

  • Si quieres una textura aún más fina, pasa la crema por un colador después de triturar.
  • Puedes servirla fría en verano o caliente en invierno, ajustando ligeramente la sal.
  • Añade un toque de yogur natural o queso fresco al servir para un contraste suave.
  • Acompaña con picatostes caseros o semillas tostadas para añadir textura.