¿Sabes lo que comes? El falso azafrán

Falso azafrán. Si creciste viendo el típico “sobrecito amarillo” en arroces, fideos o paellas, no estás sola. Yo también lo vi en casa durante años y pensaba que era azafrán de verdad. Hasta que un día miré la etiqueta y descubrí la realidad: muchas veces no era azafrán, sino colorante alimentario.
Quiero que este post reviente de comentarios: ¿en tu casa también se usaba el sobrecito amarillo? Responde “SÍ” o “NO” y dime en qué plato lo poníais.
Falso azafrán: ¿qué hay de azafrán en realidad?
La respuesta suele sorprender: en muchos productos llamados “colorante” o “preparado para paella”, no hay azafrán. Lo más habitual es que lleven una base (por ejemplo, harina o almidón), sal y un colorante para conseguir ese amarillo tan reconocible en el plato.
Uno de los colorantes más conocidos es la tartrazina (E-102).
Falso azafrán y tartrazina (E-102): qué es y por qué se usa
La tartrazina es un colorante alimentario sintético de color amarillo. Se utiliza para mejorar el aspecto visual de alimentos en los que el color “vende” mucho, porque el cerebro asocia el amarillo con “sabor”, “paella” o “cocina casera”.
Importante: que un aditivo esté autorizado no significa que tengamos que consumirlo sin criterio. El problema real suele ser la suma. Si en tu día a día hay muchos ultraprocesados con colorantes, la exposición se multiplica sin que te des cuenta.
Falso azafrán: qué dice la normativa europea sobre algunos colorantes
En la Unión Europea, determinados colorantes requieren una advertencia específica en el etiquetado. Esa advertencia suele aparecer como una frase del tipo:
“Puede tener efectos negativos sobre la actividad y la atención de los niños”.
Traducción práctica: si hay niños en casa, leer la etiqueta deja de ser opcional.
Y si prefieres una explicación clara en español sobre qué son los aditivos y cómo se regulan, te dejo esta guía divulgativa de AESAN: Aditivos alimentarios (AESAN).
Falso azafrán: qué son los colorantes azoicos (explicado sin rollos)
Dentro del mundo de los colorantes existen familias químicas distintas. Una de ellas son los colorantes azoicos, muy usados por la industria por una razón sencilla: son baratos, tiñen mucho y permiten uniformar el color de un producto.
El problema es que, cuando se abusa del “color bonito”, se acaba maquillando comida de baja calidad o muy procesada. Y ahí es donde entra lo importante: no se trata de vivir con miedo, sino de no basar tu alimentación en productos que necesitan “trucos” para parecer más apetecibles.
Falso azafrán: ¿en qué alimentos es más frecuente encontrar colorantes?
Los colorantes pueden aparecer en muchísimos productos. Si ves un color demasiado intenso, es una buena señal para mirar la lista de ingredientes. Por ejemplo:
- Sopas y preparados.
- Salsas.
- Hamburguesas y productos cárnicos procesados.
- Patés.
- Arroces y condimentadores “para paella”.
- Pastelería, golosinas y helados.
- Bebidas, batidos y postres.
En resumen: allí donde el color parece “demasiado perfecto”, merece la pena comprobar la etiqueta.
Falso azafrán: alternativas mejores para dar color (y sabor) a tus platos
Si quieres mi recomendación directa, aquí va:
- Azafrán auténtico: sí, es más caro, pero con unas pocas hebras tienes suficiente. Y el sabor no tiene nada que ver.
- Cúrcuma: es práctica, da un color precioso y no “disfraza” el plato. Truco: úsala con una grasa saludable (por ejemplo, aceite de oliva) para integrarla mejor.
Si te interesa aprender a comer con más criterio (sin obsesión, pero con herramientas), te recomiendo esta lectura interna: la esencia de la nutrición: volver a lo simple.
Conclusión: no se trata de miedo, se trata de elegir mejor
Este post no va de demonizar ingredientes. Va de abrir los ojos. El falso azafrán existe, se usa muchísimo y pasa desapercibido porque lo tenemos normalizado. La diferencia la marca un hábito pequeño: leer la etiqueta y elegir, siempre que puedas, opciones más naturales.
CTA para comentarios: escribe “ARROZ” si quieres que te deje 3 alternativas para dar color a la paella sin sobre amarillo. Escribe “ETIQUETAS” si quieres una guía rápida de qué mirar en 10 segundos en el supermercado.
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