Diabetes y ejercicio: ¿la glucosa sube o baja realmente?

Cuando hablamos de diabetes y ejercicio, una de las dudas más frecuentes es si la glucosa sube o baja después de entrenar. Si tienes diabetes y estás pensando en empezar a practicar deporte, es normal que te preocupe cómo va a reaccionar tu cuerpo y qué pasará con tus niveles de azúcar en sangre.
El tratamiento de la diabetes tiene dos pilares básicos: alimentación y ejercicio. Con una alimentación adecuada ayudamos a moderar los niveles de glucosa y a evitar picos de insulina, mientras que el ejercicio nos ayuda a gastar el exceso de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina.
Por eso es tan importante entender cómo se comporta la glucosa en sangre cuando combinamos diabetes y ejercicio.
Diabetes y ejercicio: ¿la glucosa sube o baja tras entrenar?
Lo más habitual es que, después de hacer ejercicio, se produzca una bajada de glucosa en sangre, ya que los músculos utilizan esa glucosa como fuente de energía. Sin embargo, no siempre es así. En determinadas situaciones, la glucosa puede subir después del ejercicio y, si no sabes por qué ocurre, es fácil que te preocupes o tomes decisiones equivocadas.
¿Qué pasa con el azúcar cuando haces ejercicio si tienes diabetes?
En la mayoría de los casos, diabetes y ejercicio es una combinación muy positiva. El deporte ayuda a:
- Fortalecer la masa muscular y mejorar la composición corporal.
- Aumentar el flujo sanguíneo y la utilización de glucosa por parte del músculo.
- Mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la resistencia a la insulina.
- Proporcionar la energía necesaria para moverte con más facilidad en tu día a día.
El resultado natural de este proceso es que, con ejercicio moderado y sostenido, los niveles de azúcar en sangre tiendan a bajar. De hecho, la actividad física es una de las herramientas clave para prevenir la diabetes tipo 2 y mejorar su control.
No obstante, en algunas personas se observa lo contrario: la glucosa sube tras el ejercicio. Entender el motivo es fundamental para no alarmarse de forma innecesaria.
¿Por qué a veces la glucosa sube después del ejercicio?
Si alguna vez has visto que tu glucemia ha aumentado tras entrenar, debes saber que esto es más frecuente de lo que parece, sobre todo cuando se combinan diabetes y ejercicio de alta intensidad.
Este “hecho anómalo” está relacionado principalmente con:
- La intensidad del ejercicio.
- La duración del entrenamiento.
- El tipo de esfuerzo realizado.
La glucosa puede elevarse después de ejercicios cortos y muy intensos, como:
- Series de alta intensidad.
- Combates de lucha o boxeo.
- Levantamiento de pesas muy exigente.
- Entrenamientos tipo HIIT (intervalos de alta intensidad).
En estos casos, no suele tratarse de algo peligroso, sino de una respuesta fisiológica normal del organismo ante un esfuerzo intenso.
Diabetes y ejercicio: hormonas del estrés que suben la glucosa
Existen ciertas hormonas que pueden provocar un aumento de azúcar en sangre, como el cortisol, el glucagón y las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina). Son hormonas contrarreguladoras de la insulina.
Cuando haces ejercicio muy intenso, tu cuerpo percibe esa situación como una forma de “estrés”. El estrés, entendido como reacción de alerta, no siempre es malo: es un mecanismo de defensa que prepara al organismo para responder ante una situación de esfuerzo o peligro.
Estas hormonas activan al hígado para que libere glucosa de reserva y así garantizar que tus músculos tengan energía suficiente para continuar con el ejercicio. Por eso, en algunos casos, la glucemia sube durante o justo después de entrenar.
El problema aparece cuando ese estrés deja de ser puntual y se convierte en un estrés prolongado en el tiempo, que sí puede perjudicar el control de la diabetes.
Las hormonas del estrés y los ejercicios cortos de alta intensidad
Durante los entrenamientos cortos y muy exigentes, el metabolismo activa estas hormonas del estrés para mantener el rendimiento. Su función es:
- Asegurar energía rápida para la fibra muscular.
- Estimular la liberación de glucosa de reserva almacenada en el hígado.
- Preparar el cuerpo para responder con potencia y rapidez.
Por eso, en esos momentos concretos, diabetes y ejercicio intenso pueden ir acompañados de una subida temporal de glucosa en sangre. Lo importante es saber que:
- Es un fenómeno transitorio y suele regularse por sí solo en un máximo de 2 horas tras el ejercicio.
- No siempre requiere corrección inmediata con insulina (salvo que tu equipo médico te haya indicado lo contrario).
Diabetes y ejercicio: puntos clave que debes recordar
- No corrijas de forma impulsiva una subida puntual de glucosa tras un ejercicio intenso sin seguir las recomendaciones de tu médico.
- Es recomendable controlar la glucosa antes, justo después y unas 2 horas después del entrenamiento, sobre todo al principio.
- Este fenómeno de subida suele aparecer en ejercicios cortos y de alta intensidad, más que en sesiones moderadas o caminatas largas.
- Para muchas personas con diabetes, el ejercicio moderado y regular ayuda a estabilizar la glucosa y mejora su calidad de vida.
Si tienes diabetes y quieres empezar un plan de ejercicio adaptado a ti, lo ideal es hacerlo de la mano de tu equipo sanitario (médico, educador en diabetes, dietista-nutricionista y, si es posible, un profesional del ejercicio especializado).