Mi niño no quiere comer
septiembre 20, 2025

Cuando ocurre que mi niño no quiere comer, es normal que como madre o padre sientas preocupación, especialmente si tu hijo tiene entre 1 y 3 años. A esta edad, los cambios en el apetito, los caprichos y el rechazo a ciertos alimentos son muy habituales y pueden generar dudas sobre si está recibiendo los nutrientes necesarios.
De hecho, una de las inquietudes más comunes en las familias es la falta de variedad en la alimentación. Esta situación puede generar ansiedad, pero es importante recordar que se trata de una etapa evolutiva normal. Si quieres profundizar, puedes leer también mi artículo sobre la importancia de la alimentación en la primera infancia.
Consejos para motivarlo y ayudarle a disfrutar de la comida
1. Sé un buen ejemplo
Los niños aprenden por imitación. Si te ven disfrutar de una dieta variada y equilibrada, aumentan las posibilidades de que quieran probar nuevos alimentos. Aquí tienes una guía externa con recomendaciones oficiales: Comité de Nutrición de la AEPED.
2. Presenta los alimentos de forma atractiva
Colores, formas divertidas o presentaciones creativas pueden marcar la diferencia. Un plato visualmente atractivo despierta curiosidad y favorece que tu hijo se anime a probar.
3. Ofrece pequeñas porciones y repite
Si rechaza un alimento, no significa que no le vaya a gustar nunca. Ofrécelo nuevamente en otra ocasión, sin presionar. La repetición es clave para que los niños se familiaricen con nuevos sabores.
4. Involúcralo en la preparación
Participar en lavar, mezclar o montar alimentos puede ser muy motivador. Cuando se sienten parte del proceso, aumenta su interés por comer lo que han ayudado a preparar.
5. Crea un ambiente positivo
Evita forzar, regañar o mostrar frustración. En su lugar, utiliza palabras amables y celebra los pequeños logros, incluso si solo prueba un bocado.
6. Mantén una rutina de comidas
Los horarios estables favorecen el apetito y reducen la resistencia a comer. Una rutina tranquila ayuda a que el niño esté más dispuesto a descubrir nuevos alimentos.
7. Sé paciente y respétalo
Cada niño tiene su propio ritmo con la comida. La clave está en la paciencia, la observación y el acompañamiento respetuoso. Si sospechas que puede haber algo más detrás, puedes consultar mi artículo sobre qué hacer si mi hijo come poco pero crece bien.
¿Quieres ideas de recetas divertidas o estrategias para alimentos concretos? Puedo ayudarte con propuestas adaptadas a su edad e intereses.
Acompañar a tu hijo cuando no quiere comer implica bajar el ritmo, confiar en su capacidad para autorregularse y ofrecerle un entorno tranquilo, respetuoso y libre de presiones en torno a la comida.
Preguntas frecuentes
¿Es normal que mi niño de 1 a 3 años coma muy poco?
Sí, en muchas ocasiones forma parte de una etapa evolutiva normal. A partir del año el crecimiento se ralentiza, disminuye el apetito y aumentan los gustos selectivos. Lo importante es observar su desarrollo, energía y curva de crecimiento, más que la cantidad exacta que come cada día.
¿Qué puedo hacer si mi hijo rechaza casi todos los alimentos nuevos?
Ofrécele pequeñas porciones sin obligar, repite la exposición con calma y combina alimentos nuevos con otros que ya acepte. Deja que explore con las manos, respeta sus tiempos y evita las luchas de poder. La clave es crear experiencias positivas y libres de presión alrededor de la comida.
¿Cuándo debo preocuparme y consultar con un profesional?
Conviene consultar si, además de comer poco, observas pérdida de peso, estancamiento en el crecimiento, cansancio extremo, rechazo constante a casi todos los alimentos o mucha tensión en las comidas. Un profesional podrá valorar si se trata de un proceso madurativo o si necesita una intervención más específica.