Las meriendas saludables son ingestas importante para los niños. Debe cubrir entre un 10% y un 15% de los aportes energéticos diarios.
En las meriendas saludables debemosincluir un producto lácteo, una pieza de fruta y pan o cereales.
Las calorías que debe aportar varían según la edad: de 250 a 300 kcal entre los 4 y los 9 años, de 300 a 350 kcal entre los 10 y los 12 años y de 350 a 400 kcal para los adolescentes.
Aunque su papel es esencial, se tiende a olvidar la importancia de las meriendas saludables.
La merienda supone un paréntesis en la tarde que nos proporciona una importante recarga de energía a la hora de continuar la jornada, imprescindible, si vamos a realizar ejercicio físico antes de la cena.
La merienda para los niños es importante
Una merienda cuatro horas antes de la cena tiene la ventaja adicional de evitar que los niños lleguen a la última comida del día con demasiada hambre (esto podría hacer que cenen de más y luego duerman mal, que no mastiquen bien al comer, etcétera). Además, sirve para evitar el efecto contrario, que lleguen tan cansados a la cena que no tengan ganas de comer.
La merienda supone útil y necesaria una recarga de energía para continuar la jornada
Del total de comida que un niño toma a lo largo de un día,el 15% debería corresponderse con la merienda, mientras que el desayuno sería otro tanto, el tentempié de la mañana un 10%; la comida sería un 40% y la cena el restante 20%. La merienda tiene que complementar los alimentos que no se van a incluir en el resto de comidas, dar a los niños alimentos que les gusten y aporten energía y complementar las calorías diarias requeridas, al mismo tiempo que le damos productos de calidad que contribuyan a su salud.
6 meriendas saludables:
Bocadillo de queso.
Un bocadillo elaborado con pan tradicional suele ser más nutritivo que uno con pan de molde. Además, el pan integral es una opción aún más saludable, que ayudará a los niños a acostumbrarse a su sabor desde temprana edad. En cuanto a los quesos, son aconsejables los que sean más bajos en grasa (requesón o queso fresco) y con sabor más suave.
Bizcocho casero y manzana.
Un rico bizcocho casero es una alternativa más saludable para los pequeños que una pieza de bollería industrial (aporta la mitad de calorías y contiene menos grasa y azúcares). La manzana, además de rica en fósforo y vitamina B, ayuda a mantener los dientes limpios y sanos, ya que protegen de las caries.
Frutos secos y yogur
La AEP recomienda el consumo de los frutos secos, nunca salados, para los niños, aunque aconseja darlos molidos a los menores de tres años, por el riesgo de atragantamiento.
Son ricos en fibra vitaminas y minerales y contienen grasas saludables.
El yogur es la mejor forma de tomar leche. Es considerado un alimento fundamental para la salud, debido a que es un producto del grupo probiótico que influye positivamente en nuestro organismo.
Brochetas de tomate y queso fresco
Esta merienda es completa y ligera, llena de color como a los niños les gusta.
Bocadillo de jamón y zumo natural de fruta
Entre los embutidos y productos de charcutería, el jamón de york natural o el serrano son las opciones más saludables, ya que contienen menos aditivos y sustancias añadidas.
Pan con chocolate
Merienda estrella, que ha pasado al olvido, los bollos industriales rellenos o envueltos, o las dos cosas a la vez de cacao de mala calidad lleno de grasas trasns y grandes cantidades de azúcar, han venido a sustituirlo.
¡Vamos a ponerlo de moda!! da a tu hij@ un trozo de pan con chocolate 60% cacao y asegurarte de darle energía sin la excitación extra que le proporciona el azúcar.