
Volver a la rutina saludable después de las vacaciones
Ha llegado el momento de aceptarlo: las vacaciones han terminado.
Nos hemos divertido, hemos descansado… y también hemos comido más de la cuenta. Ahora toca volver a una rutina saludable, recuperar el equilibrio y retomar los buenos hábitos con calma y constancia.
El cuerpo necesita unos días para adaptarse, pero con disciplina, buena alimentación y algo de movimiento, volverás a sentirte bien por dentro y por fuera.
Lo primero es reconectar con los hábitos básicos: beber suficiente agua, hacer algo de ejercicio diario y cuidar lo que pones en tu plato.
(Si te cuesta organizar tus comidas, te recomiendo leer Cómo organizar tus comidas semanales sin complicarte la vida).
1. Pavo y pollo: proteínas ligeras y versátiles
Estas carnes magras contienen menos grasa que otras y son muy versátiles en la cocina.
Puedes prepararlas asadas, hervidas o a la plancha, y acompañarlas con verduras, arroz integral o ensaladas.
Si consumes embutidos de pavo o pollo, elige opciones de buena calidad y modera la cantidad.
2. Pan integral: fibra para tu bienestar
El pan integral no tiene menos calorías que el blanco, pero su alto contenido en fibra mejora el tránsito intestinal y ayuda a mantener la saciedad.
Elige panes elaborados con harina 100 % integral, sin azúcares añadidos ni grasas trans.
3. Mozzarella: el queso más saludable
Si te encanta el queso pero quieres cuidarte, la mozzarella o el queso feta son opciones más ligeras.
Tienen menos grasa que otros quesos curados y aportan proteínas y calcio.
Ideales en ensaladas o tostadas, dentro de una alimentación equilibrada.
4. Pescado: esencial para volver a una rutina saludable
El pescado no puede faltar si quieres volver a una rutina saludable.
Es bajo en calorías, fácil de digerir y rico en ácidos grasos omega-3, fundamentales para el corazón y el cerebro.
Entre los más recomendados están:
- Salmón
- Caballa
- Bacalao
- Atún
- Merluza
- Mariscos y moluscos
Lo ideal es cocinarlos al horno o a la plancha, evitando las salsas pesadas o frituras.
(La Fundación Española del Corazón recomienda consumir pescado azul dos veces por semana por sus beneficios cardiovasculares.)
5. Verduras: la base de toda alimentación saludable
Come verduras en cada comida.
El brócoli, las espinacas, las zanahorias o el calabacín te aportan agua, fibra y minerales que ayudan a depurar el organismo y mantener una buena digestión.
Un truco: rellena la mitad del plato con vegetales. Así equilibras automáticamente tus comidas sin tener que contar calorías.
6. Frutas: energía natural y antioxidantes
Las frutas son el snack perfecto para esos momentos en los que necesitas energía sin recurrir a ultraprocesados.
Elige frutas de temporada:
- Sandía, manzana o frutos rojos son ideales por su bajo contenido en azúcar.
- Plátano, pera o uvas son más calóricas, pero muy nutritivas si se consumen con moderación.
Conclusión: retoma tu bienestar poco a poco
Volver a una rutina saludable no es castigo, es volver a conectar con lo que te hace sentir bien.
Empieza por pequeños cambios: más agua, más frutas y verduras, menos azúcares y más movimiento.
En pocos días notarás cómo tu energía mejora y tu cuerpo vuelve a su equilibrio natural.
¡Ponte en marcha hoy mismo y haz que el bienestar vuelva a formar parte de tu rutina!