¿Por qué es importante la Alimentación y nutrición en la tercera edad?
Para proporcionar una buena Alimentación y nutrición en la tercera edad, hay que tener en cuenta que el envejecimiento implica cambios moleculares, fisiológicos y psicológicos que desencadenan, una serie de problemas de salud.
Muchos de estos problemas de salud, vienen derivados, principalmente, de una vida con hábitos poco saludables.
La pérdida de movilidad, el deterioro cognitivo, y una disminución de la función sensorial que altera los sentidos, hace que debamos prestar una atención especial a las personas de edad avanzada.
Sentidos como el tacto, la vista o el oído, se deterioran, pero quizás son la pérdida del olfato y el gusto lo que hace que estas personas prescindan con facilidad de nutrientes esenciales tales como frutas y verduras.
Las frutas y verduras son los únicos alimentos que proporcionan oligoelementos (calcio, hierro, fósforo, etc.) y vitaminas, tan importantes para la realización de las funciones metabólicas
De todo esto concluimos la importancia de llegar a la tercera edad con unos buenos hábitos alimenticios y una actividad física diaria regular, por supuesto, acorde con su edad, para que estos cambios supongan el mínimo impacto posible.
¿Cuáles son los problemas más comunes a resolver en una dieta en la tercera edad?
Desnutrición:
La desnutrición puede derivar tanto de causas psicológicas como fisiológicas, la mayoría de las veces es un poco de las dos.
La desnutrición desencadena un deterioro del sistema inmunológico que agrava el problema, ya que al presentar mayor número de infecciones, se altera la ingesta, que a su vez facilita otras posibles infecciones, creando así un cirulo vicioso de enfermedad y malnutrición.
Los especialistas, hacen mención, también, a la anorexia generada por la ya mencionada pérdida del sentido del gusto y del olfato, los problemas dentales, desordenes digestivos, demencia e incapacidad física para la adquisición y preparación de alimentos e incluso al consumo excesivo de medicamentos que puede generar pérdida del apetito por sequedad bucal o malestares gastrointestinales
Obesidad:
Tal como hemos dicho anteriormente, a medida que pasan los años, baja la necesidad de ingesta calórica, se acepta un 10 %, más o menos, por década; esto unido a una disminución de la actividad física y a una alta ingesta de alimentos, no siempre saludables, hace que gran parte de las personas de este grupo presenten un exceso de peso que limitan mucho más sus capacidades, provocando un aumento de riesgo de enfermedades cardiovasculares, debido al acumulo de grasa en la zona abdominal.
Otro problema añadido es, en la mayoría de los casos, de la necesidad de dos personas, para cuparse del cuidado de personas mayores con sobrepeso u obesidad cuando no son dependientes.
Deshidratación:
El agua es otro ausente en la tercera edad, ya que al no encontrarle sabor, la rechazan con insistencia, uniendo a la desnutrición cuadros de deshidratación. Una de las más importantes causas de requerimiento de atención médica de las personas mayores de setenta años.
La pérdida de masa muscular, que esta funciona como reserva de agua, y una disminución de la sensación de sed, explicaría que la ingesta de agua y líquidos es menor en esta época de la vida.
Todos estos factores hacen imprescindible prestar una atención especial a la dieta en la tercera edad, atendiendo a estos consejos. http://ow.ly/KsOt30hYv3I